La integración de elementos recogidos en el campo o en la ciudad o fabricados por los mismos propietarios y el sistema propio de abastecimiento de agua hacen de esta casa una construcción especialmente sostenible.
Ángel Soria es socio de Ecologistas en Acción desde hace 20 años y su vocación sostenible le viene de sus abuelos, que vivían de la caza y de la pesca en las cercanas Tablas de Daimiel, donde también tenían un huerto. «Siempre hemos estado sensibilizados con el medio ambiente», explica Soria. A pocos kilómetros de allí, en Villarrubia de los Ojos, ha levantado «Entreolivos», una vivienda de vacaciones. Soria reconoce que lo que más le ha movido a introducir características sostenibles es el ahorro que supone.
La casa integra elementos reciclados recogidos en el campo y en la ciudad. Cuenta que las piedras que constituyen la mampostería de la fachada formaban parte del terreno de una hectárea con 92 olivares que constituye la finca. El hueco que quedó tras extraerlas lo han usado para almacenar agua de lluvia, con una capacidad de 18.000 litros.
«Recogí muchas maderas desechadas tanto del campo como de Madrid, donde vivo, e, incluso, he construido algunos elementos decorativos, como una pila de piedra imitando a las antiguas», afirma. Una madera de traviesa de vía de tren la ha utilizado para hacer el porche, por ejemplo.
Equilibrio ecológico
Funcionario del Ayuntamiento de Madrid, su experiencia en el sector de la construcción le ha permitido participar en el proyecto y ejecución de la obra junto a Alicia Oliver, doctor aquitecto. Ésta explica que «se trata de una vivienda prácticamente autosuficiente que aprovecha los recursos de la tierra y se los devuelve tras su uso, conservando el equilibrio ecológico». leer más
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