lunes, 24 de agosto de 2009

La especulación impulsa a las inmobiliarias a una nueva burbuja

• Las acciones de algunas firmas se han revalorizado casi el 300% en solo un mes

• Los analistas desconfían de que las alzas puedan durar mucho tiempo


La bolsa española también tiene su serpiente de verano. En los últimos días, cinco empresas inmobiliarias han experimentado un sorprendente calentón en el mercado de valores. Sin motivo aparente, los títulos de algunas firmas del sector llegaron a revalorizarse casi el 300% en pocos días. A finales de semana la fiebre remitió, pero Reyal Urbis, Metrovacesa, Inmobiliaria Colonial, Renta Corporación y Urbas registran espectaculares subidones. Aun con las correcciones, la acción de Reyal Urbis, por ejemplo, cotiza el 293% más que el 20 de julio pasado. Y la de Metrovacesa, el 123% más.

La mayoría de los analistas consultados atribuyen este encarecimiento a una serie de maniobras especulativas simultáneas. Salvo las mejores perspectivas de los mercados inmobiliarios de EEUU y Reino Unido, no hay ningún otro dato de la economía española que permita vislumbrar que estas compañías se recuperarán en el corto plazo de los problemas de tesorería que sufren desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, sostienen los expertos.

DESCONFIANZA / Marta Campello, miembro del equipo de gestión de Abante, desconfía mucho de estos calentones. Aunque se arguye que es una reacción a las buenas perspectivas del mercado inmobiliario de EEUU que se publicaron recientemente, algunos informes indican que son operaciones puramente especulativas. «El sector continúa con problemas –subraya Campello– y es muy arriesgado invertir a corto plazo en estos valores, que tienen poca liquidez», asegura.

Los expertos consultados opinan que los fuertes altibajos de las acciones de las promotoras que cotizan en bolsa obedecen en buena parte a que cuenta con muy poco free float. Esto es, como explica Alberto Castillo, de Capital Bolsa, que el volumen de acciones que cotizan libremente en el parquet es porcentualmente muy reducido respecto de la totalidad de las participaciones, la mayoría de las cuales están en posesión de un núcleo estable de accionistas, que en muchos casos son bancos.

EL PRECEDENTE DE ASTROC / «Hay que tener mucho cuidado, porque alguien puede pillarse los dedos», avisa Campello, que recuerda el caso de Astroc, el grupo inmobiliario que se hundió con estrépito en el 2007 después de un crecimiento tan espectacular como fatuo.

Covadonga Fernández, analista de Self Bank, también considera que el encarecimiento de los valores inmobiliarios solo puede entenderse como un reflejo de los ascensos de algunas empresas del ramo en EEUU y Reino Unido, pero no descarta que se trate de un fenómeno meramente especulativo. Y opina igualmente que es «arriesgadísimo» apostar por algunas compañías que han estado a punto de quebrar. Afirma que si algún inversor se lo pregunta le desaconsejará que adquiera participaciones en este sector. «Nosotros tendemos a recomendar empresas con flujo de caja y solvencia como Telefónica, Endesa y Enagas, que son valores conservadores y seguros».

Fuente: http://www.elperiodico.com

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