En el último trimestre del pasado año se había detectado un perfil nuevo de comprador de pisos en Alicante, especialmente los de ocasión y más económicos. Se trataba de los ciudadanos argelinos, según explicó a este diario la presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Marifé Esteso.
Ahora, en el inicio del 2013y pese a que ya no están vigentes los beneficios fiscales vinculados al IVA y la supresión en la tarifa del IRPF de deducciones en la primera residencia, entre otros, la inversión inmobiliaria de extranjeros sigue viva en la Costa Blanca.
En Alicante capital, pero no únicamente, se ha detectado una creciente intervención directa de inversores medios y elevados de origen chino que adquieren casas también de un perfil económico concreto, como en el caso de los argelinos. Son viviendas de un coste no superior a los 50.000 euros y que proceden, en su mayoría, de ejecuciones de embargos de bancos. Los inversores chinos están adquiriéndolas tanto a los agentes de la propiedad inmobiliaria (APIs) locales como a los portales de los propios bancos, caso de Solvia, la agencia inmobiliaria fruto de la absorción de Mediterranean de la extinta CAM y que ahora gestiona Banc Sabadell.
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