El ladrillo está a la mitad del proceso de ajuste que necesita, pero cuando pase la recesión tendrá de nuevo un papel protagonista en la economía
El PIB volverá a la senda del crecimiento en el segundo semestre de 2010
Fue la única pregunta que no supo contestar, o acaso no lo hizo por prudencia: «¿Es buen momento para comprarme una casa o debo esperar a que bajen más?». Para todas las demás cuestiones que le plantearon ayer empresarios, profesionales y políticos malagueños, el economista jefe de BBVA, José Luis Escrivá, tuvo respuestas concisas y cargadas de datos. No se andó por las ramas en su pronóstico sobre el sector inmobiliario: «Quedan seis o siete años para que se recupere el nivel de inversión residencial. El tamaño del ajuste necesario es tremendo», sentenció.
El director del servicio de estudios de BBVA ofreció no sólo su diagnóstico sobre la coyuntura económica, sino las recetas que considera básicas para «salir de la crisis con niveles de crecimiento razonables y una economía más sólida que la que entró en recesión». Escrivá fue el protagonista del primer Foro SUR-BBVA, que consistió en un desayuno de trabajo en el hotel Barceló de Málaga moderado por el director de SUR, José Antonio Frías.
Para el prestigioso economista, que ha sido consultor del FMI y la ONU, el sector de la construcción aún no ha tocado fondo. Lo hará en 2011, y a partir de entonces comenzará a recuperarse lentamente. «El ajuste está siendo rápido: la inversión residencial ha pasado de suponer el 7,5% del PIB al 5,5% en apenas año y medio. Pero hasta llegar al nivel mínimo que prevemos, por debajo del 4%, todavía nos queda la mitad del ajuste. Y eso va a tener un impacto significativo sobre la economía y el empleo», advirtió. En cuanto a la oferta, el punto máximo de 'stock' tampoco se ha alcanzado todavía: lo hará «a principios o mediados de 2010», pues todavía hay casas en construcción.
Una vez pasada la crisis, ¿volverá el ladrillo a ser lo que fue? José Luis Escrivá, como la mayoría de los expertos, no lo cree. Sin embargo, opina que España «va a seguir necesitando de un sector inmobiliario con una actividad claramente por encima de la de otros países, debido al crecimiento de la población y a la demanda externa». El servicio de estudios del BBVA pronostica, pues, que el sector de la construcción recuperará un papel protagonista en la economía española una vez pasada la recesión, eso sí, esta vez sin excesos.
Viviendas más accesibles
Un factor que puede acelerar la recuperación de los niveles de inversión inmobiliaria -si el empleo y la confianza en la economía acompañan- es la mejora registrada en los niveles de accesibilidad de la vivienda. «El esfuerzo que tiene que hacer una familia para comprar un piso ha vuelto a los niveles de 1999, en torno al 20% de los ingresos, cuando ese esfuerzo rozó el 40% hace dos años. La bajada de los precios y de los tipos de interés está llevando la accesibilidad de la vivienda a niveles mucho más sostenibles», argumentó Escrivá.
Más optimista es el economista jefe del BBVA respecto a otro sector básico para la economía malagueña, el turismo. «Visto en su conjunto, España tiene un sector turístico muy potente. Sigo viendo que tiene recorrido, aunque el comportamiento de la demanda va a depender mucho de la recuperación europea», afirmó ayer en el I Foro SUR-BBVA.
El servicio de estudios que dirige José Luis Escrivá ha elaborado unas previsiones sobre la evolución de la economía española ligeramente más positivas que las de otras casas de análisis. Así, prevé una caída del 3,5% del Producto Interior Bruto (PIB) para 2009 y del 0,3% para 2010. «Ya no estamos en caída libre», resumió el economista, que augura la vuelta del crecimiento positivo para el segundo semestre de 2010.
Estabilización
Para Escrivá, la crisis supone una oportunidad para cambiar el modelo productivo y reforzar el sector exterior, que será clave para lograr un crecimiento sostenido en el futuro. «Durante la última década una parte de la actividad empresarial ha estado centrada en explotar la demanda interna, que era lo fácil. Pero hay otra parte que se ha dedicado a la exportación, haciéndolo muy bien. El reto actual es que esa parte del tejido productivo que ha estado volcado en el mercado interno sea capaz de enfocar sus esfuerzos hacia el exterior», afirmó.
Para conseguirlo, las empresas necesitarán el apoyo del Estado, a través de medidas que fomenten la competitividad, y también de los bancos. Inquirido sobre la salud del sistema financiero español, Escrivá no dudo en afirmar que España es «una excepción en el mundo» por la solvencia de sus bancos. «A día de hoy no se ha puesto un solo euro de capital en el sistema financiero y el tamaño de las dotaciones públicas al fondo de reestructuración, comparado con el gasto realizado por otros países, va a ser pequeño», reivindicó. Fusiones como las que lidera Unicaja en Andalucía son necesarias, afirmó, para lograr «entidades fuertes, con capacidad de financiarse en los mercados internacionales, que reduzcan estructura y logren una situación competitiva más favorable».
Fuente: http://www.diariosur.es
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