Eliminar el despilfarro energético de ese número de viviendas de aquí a 2050 requerirá una inversión de 160.000 millones de euros. Un gasto importante pero rentable, ya que no hacerlo supondrá un coste de 300.000 millones por el derroche energético y la generación de emisiones, según alerta un informe.
Con el primer piso de alquiler, uno mira el precio. Sueles estar estudiando y aunque la habitación o la casa no sean precisamente grandes, es el precio del alquiler el que determina la compra. Con el segundo piso, uno sigue mirando este coste, pero también se fija en varios detalles que le harán pagar menos en cada factura: que la calefacción no sea eléctrica, y si es central, mejor, y que la vivienda esté lo suficientemente aislada. Algo, esto último que, aunque pueda parecer mentira, no es lo más habitual.
Las ventanas de madera (o contraventanas si tuvieran un cristal que frenara la pérdida de calor) aún persisten en muchos de los 10.200.000 edificios que forman el parque actual de inmuebles de España. De ellos, casi 9,5 millones son residenciales, que suman 25 millones de viviendas. Leer más
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